La piel de la vulva está frecuentemente sometida a oclusión, fricción, humedad (por el sudor y otras secreciones) y contacto con sustancias químicas (incluidas fragancias y conservantes de cremas, compresas, etc. que son causas frecuentes de alergias).
Los sintomas más frecuentes son el picor, el enrojecimiento, aparición de granos o bultos; y la sequedad y dolor con problemas en las relaciones sexuales. A menudo los síntomas producen un importante estés y disminución de la calidad de vida. En la mayoria de casos es recomendable una atención interdisciplinaria que combina la dematologia y la ginecología. El diagnóstico puede requerir la realización de una biopsia de piel o pruebas de alergia.
Estos son algunos consejos para cuidar la vulva y prevenir sus problemas:
- Utilizar ropa interior de fibra vegetal y tacto suave durante el día; evitar ropa interior apretada durante la noche.
- Evitar el contacto prolongado de cualquier producto cosmético (cremas, colonias, jabones, etc.). Durante la higiene aclarar abundantemente y rápido con agua templada o fria. Realizar siempre una higiene suave inmediatamente después del ejercicio y las relaciones sexuales.
- En caso necesario añadir lubricante (preferentemente vaselina esteril o productos farmacéuticos de calidad) durante las relaciones sexuales.
- Consultar con el dermatólogo o ginecólogo ante la mínima sospecha de problemas en esta zona (el diagnostico y tratamiento precoz evita complicaciones y la cronificación).