1 jul 2014

La piel de la vulva y sus problemas

La piel de la vulva está frecuentemente sometida a oclusión, fricción, humedad (por el sudor y otras secreciones) y contacto con sustancias químicas (incluidas fragancias y conservantes de cremas, compresas, etc. que son causas frecuentes de alergias). 

Es una zona que se ve afectada por diferentes tipos de problemas dermatológicos como infecciones por bacterias (quistes infectados), hongos (cándida) y virus (herpes); eccemas irritativos o alérgicos, cáncer e inflamaciones de origen interno. Entre estas úlltimos destaca el liquen escleroatrofico que de no tratarse de forma precoz puede conducir a adelgazamiento y cicatrización anómala de la piel vulvar. 

Los sintomas más frecuentes son el picor, el enrojecimiento, aparición de granos o bultos; y la sequedad y dolor con problemas en las relaciones sexuales. A menudo los síntomas producen un importante estés y disminución de la calidad de vida. En la mayoria de casos es recomendable una atención interdisciplinaria que combina la dematologia y la ginecología. El diagnóstico puede requerir la realización de una biopsia de piel o pruebas de alergia. 

Estos son algunos consejos para cuidar la vulva y prevenir sus problemas: 

  1. Utilizar ropa interior de fibra vegetal y tacto suave durante el día; evitar ropa interior apretada durante la noche. 
  2. Evitar el contacto prolongado de cualquier producto cosmético (cremas, colonias, jabones, etc.). Durante la higiene aclarar abundantemente y rápido con agua templada o fria. Realizar siempre una higiene suave inmediatamente después del ejercicio y las relaciones sexuales.
  3. En caso necesario añadir lubricante (preferentemente vaselina esteril o productos farmacéuticos de calidad) durante las relaciones sexuales.
  4. Consultar con el dermatólogo o ginecólogo ante la mínima sospecha de problemas en esta zona (el diagnostico y tratamiento precoz evita complicaciones y la cronificación).